Después de 12 malditas horas de viaje, de soportar un tráfico infernal y aguantar una pinche hambre de perro, finalmente llegué a Coatzacoalcos(ayer).
Pero al salir de la central, me llegó una sensación rara, como si no hubiera dejado la ciudad para irme a vivir a otra parte, como si sólo hubiera viajado un par de días y estar de nuevo en casa. Y es que conforme pasaba el taxi por las calles, me sentía tan normal y tan rutinario, como si nunca lo hubiera dejado de pasar por esas mismas calles por al menos 4 meses. Al llegar a casa, la misma sensación, como si en nunca me hubiera ido, esa sensación de que te vas a la calle por algunos instantes y final regresas a descansar. Me siento cómodo. Y es raro, porque no es de ahorita, es de siempre, cada vez que regresó al hogar de mis padres.
Lo raro, es cuando viajo de vuelta, me siento como un extraño, y cuando llego a mi cuarto, me siento un poco mal.
Pero al salir de la central, me llegó una sensación rara, como si no hubiera dejado la ciudad para irme a vivir a otra parte, como si sólo hubiera viajado un par de días y estar de nuevo en casa. Y es que conforme pasaba el taxi por las calles, me sentía tan normal y tan rutinario, como si nunca lo hubiera dejado de pasar por esas mismas calles por al menos 4 meses. Al llegar a casa, la misma sensación, como si en nunca me hubiera ido, esa sensación de que te vas a la calle por algunos instantes y final regresas a descansar. Me siento cómodo. Y es raro, porque no es de ahorita, es de siempre, cada vez que regresó al hogar de mis padres.
Lo raro, es cuando viajo de vuelta, me siento como un extraño, y cuando llego a mi cuarto, me siento un poco mal.
2 comentarios:
Cuando llegas a tu cuarto has de llorar como una pinchi niñita por que extrañas a mami ;,(
Así es. Y si la tuya cocinara tan chingón como la mía, y no vivieras en tu casita con tu mami y papí atendiéndote, te apuesto a que harías lo mismo.
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