2010-08-07

Adiós a la rebeldía.

Mi adolescencia fue, a grandes rasgos, normal.
Un chico rebelde que empezaba a fumar solo por verse cool, a tomar, por que, bueno, descubrió el rico sabor del alcohol; Lleno de peleas familiares por cosas tremendamente estúpidas, como las llegadas tarde a casa, el aliento alcohólico, un poco de sangre en la playera y uno que otro moretón; Esa rica rebeldía que se tenía contra el sistema escolar: Siempre queriendo dejarse el pelo largo, la camisa afuera y tennis todos los días.
Sobre esta ultima, ahora pienso que es una mera estupidez, sí, pero cuando se es mocoso e inexperto merecedor de todo, buscaba las escusas más baratas y tontas del por que uno debería ir como quisiera a la escuela.
La primera novia, las puñetas cotidianas, el descubrimiento de que el sexo es mejor que la chaqueta, las fiestas abundantes de alcohol y otras drogas.
Ohh!! Que lindos recuerdos. Por que aún después de irme de casa y de ciudad, seguí asistiendo y organizando una que otra pachanga: No se disfruta igual. Por qué esa cosquilla de que estabas haciendo algo a escondidas de tus padres, algo secreto y diabólico, le daba un toque especial. Por esas razones, intentabas o lograbas exprimir hasta la ultima gota de diversión, por que uno sabía que no se volvería a repetir, o al menos, pasaría mucho tiempo para otra ocasión.
Y como dije, después de mudarme: Ya nada fue igual. Mi sentido de la responsabilidad, que antes brillaba por su gran ausencia, surgió de manera repentina, como un mal estomacal que provoca una gran de cerro de mierda apestosa.
La vida me sonrió bien. De mis 12 a finales de mis 18, la pase en grande. Como un chico normal. Un chico rebelde.
Después, de mis 19 hasta mis ahora 21 años, la situación es distinta. Problemas surgieron, tome responsabilidad. Y las pachangas(a las que ahora no asisto, por que no me invitan y por me volví un joven aburrido), bueno, ya no son tan impresionantes, son normales.
Pero insisto, que rico fue ser un mocoso rebelde.

2 comentarios:

Death Knight dijo...

Espero que yo y mi ñoñez no seamos los responsables de que te hayas vuelto un tipo aburrido :'(.

Merar dijo...

No, fue la hueva. Mejor dicho, es la hueva.