Nunca han jugado con la gente?
Es fácil, una vez que superas esas estorbosas ataduras morales que nos impone la iglesia, o en mayor medida, la sociedad.
Pienso que el matar o torturar físicamente a alguien es aburrido, a no ser que sientas un placer sexual en hacerlo, en todo caso, estás muy muy enfermo. Pero jugar con sus miedos, con sus creencias, darle la vuelta a todo su mundo, juzgar su realidad y trastornarla: Para mi, es divertido.
Corromper a alguien al punto de que te transforme en un ídolo o en una persona admirable, para luego distorsionar nuestra imagen nuevamente, al grado de dar pavor, pero al mismo tiempo, que no puedan vivir sin uno: Es un orgasmo mental.
Cuando te enamoras, oh dios, cuando puedes dar tu vida por ese alguien especial y al final resulta que también fuiste un juguete más, víctima de tu propio juego: Un dolor insoportable y agonía se apoderan de ti. Sí, tanto dolor acumulado, que se transforma en placer inimaginable, al caer en la cuenta, que al fin descubriste a una persona más lista y decidida que tu, aún que por ese motivo, vuelvas a sufrir.
Así pues, cuando me enamoré, no será para gozar la vida, será para sufrirla.
Pues al menos se, que sufrir por querer, no es exactamente sufrir.
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