Todos tenemos nuestra famosa etapa de rebeldía, pero aveces pienso que yo me pasé un poquito de bestia.
Hasta los 8 años viví en casa de una tía, que nos dejaba quedarnos en uno de los departamentos que tenía en el terreno.
Cuando al fin mi madre pudo hacerse de un préstamo "grande" fue que compró la casa, pero no en un lugar precisamente bonito; no en un lugar muy bueno donde un niño pueda pasar su infancia con relativa tranquilidad.
El terreno, junto con un mini pedaso de casa: lo más cercano que tenía a una barda, eran un par de piedras que separan el terreno del vecino, y por el otro lado, la banqueta que también delimitaba con piedras y un poco de pasto.
Así vivimos 1 año. Lo más espantoso del asunto, era levantarse en las madrugadas para "lavarse las manos" ya que, en la parte de atrás del terreno, se reunían un grupo de viejos(y no tan viejos), a tomar, drogarse y quién sabe cuanta cosa más. Cosas que podías ver por la ventana de la cocina(cosa que mi madre arregló, ya que hizo un poco más grande la casa y bardió la parte de adelante, para que así nadie pudiera pasar).
En fin, después de pasado 1 mes de haber llegado ahí, empecé a "juntarme" con toda la bola de maleantes que vivían en los alrededores, gracias a que uno de ellos me invitó a "echar la reta" en la calle que se ubica atrás de la casa, y que en esos entonces, también estaba la única tienda cerca, por lo tanto, a huevo tenía que pasar por ahí.
A pesar de que eran gente ratera, jodida y media culera, no se pasaban de mierda con los únicos 3 niños que rondábamos por ahí; pero eso cambió cuando cumplí los 12 años, y yo quería sentirme grande.
Por ellos, descubrí mi gusto por el alcohol, a distinguir maleantes y como llevarla en paz con esa clase de escoria. . . ah, y también a robar.
Cerca de la 1am, el descuidado dueño de la tiendita, dejaba inocentemente abierta la ventana por la cual despachaba, y para chingar, tenía el estante de cigarros y su cajita de morralla cerca de ahí. Era de todos los días robarle cajetillas de cigarros, dinero y lo que fuera que estuviera al alcance. Incluso, lo malditos hijos de puta, me llevaban a otras partes de la colonia(la colonia es enorme) o a otras colonias para robar.
Mi chamba consistía en agarrar las cosas más pequeñas, salir y "echarles aguas" por si venía alguna patrulla.
También nos dedicabamos a asaltar borrachos y grupos pequeños de gente: Cuando veíamos a alguien acercarse, un cuate apodado Pipe, me jalaba para seguir los pasos de las víctimas, cerca de una esquina(donde al voltear ya estaban otros cabrones listos), este we me empujaba para que "cayera" encima del futuro asaltado(s). Después de un disculpa, los demás cabrones salían por delante, un corría hacía atrás, donde Pipe(el más feo y curpulento de todos) ya estaba puestisimo, para que no tuvieran escapatoria.
Mi período de ladrón termino, cuando un chingo de patrullas llegaron a sercarnos en un taller donde nos reuníamos a tomar(ese fue el nuevo sitio designado, después de que mi madre pusiera las bardas). Yo me estaba cagando del susto, pero entre lo que los demás se agarraban a madrazos con la poli, Pipe(aparte de ser el más maldito y mamado, era junto a grillo, el que más me cuidaba) le grito a Grillo(we por el cual también tengo el nick): Llevate al torito, we. . . Llevate al torito, we!!!
Por la parte de atrás del terreno, estaba una barda no tan alta, el cual, este cabrón me cargo y me empujo para que la pudiera brincar, después, como arte de magia, este we la brincó. Corrimos por los techos, casi llegando a una casa abandonada, en la cual nos escondimos, empezamos a escuchar disparos: empecé a llorar y me quedé en shock, parado, helado. Este we me cargo hasta la casa esa, se puso encima de mi y me dijo: Aguanta we, aguanta, no hagas ruido, vamos a estar bien. Claro, mientras yo seguía llorando, pero este we me tapo la boca con una mano, mientras que con la otra me agarraba de la cabeza para tranquilizarme.
Los balazos duraron cuestión de 1o segundos, pero por el susto, estuvimos metidos en esa casa desolada por más de dos horas.
Después, me llevó a mi casa(a media cuadra, duh) y se largó el a quién sabe donde.
Al día siguiente, voy - todavía medio en shock -(pero no tanto como para no caminar) a la tienda, pero antes de llegar, en la mera esquina me encuentro con el Grillo, que estaba platicando con unos señores. . . Me iba a parar para hablarle y preguntar que pedo, pero con una mirada fría y con una seña que hizo con la mano, puesta abajo de la cintura, me dijo que me largara, sin preguntar.
Total, que me hice pendejo en la banqueta, enfrente de la tienda, mientras me comía mis sabritas y tomaba una manzanita. De repente, me chifla el grillo, voy, y para enterarme que le habían disparado al hermano del Pipe(que le decíamos Nachon, obviamente por su nombre, y porque estaba casi igual de bestia que su hermano) y Ricardo, que este último, por cierto, estaba muy grave, ya que había recibido 6 disparos. Y qué, a los únicos que pudieron agarrar fue a ellos, ya que los otros, al ir en las camionetas, se tiraron y empezaron a correr hasta perderse.
Cuando le pregunte sobre los señores, este me dijo: Son los papás de Ricardo, we. Están preguntando que fue lo que pasó, y quienes estábamos ahí.
Le pregunté si me había mencionado, con la voz media cortada, pues yo ya me iba a poner a chillar por el miedo(no se a que, pero tenía miedo). Esté we sonrió tantito y me dijo: Tranquilo verguita, a ti no te van a hacer nada, ni siquiera estabas ahí. Me agarró de la cabeza otra vez, agitó un poco mi pelo, volvió a sonreír y me dijo que se tenía que ir.
Después de 1 mes, las reuniones seguían como si nada: La reta en la calle(que en aquellos entonces, todavía no estaba pavimentada, de hecho, todo el lugar era tierra y pasto), el perdedor ponía la coca-cola que era previa a la peda, pera era hasta aquí donde Pipe o Grillo, decían que ya era muy noche y que mi madre me hablaba.
Desconozco si seguían robando, pero gracias a esos dos weyes, estuve, por al menos un tiempo, si hacer fechorías.
El resto, lo comenté en otro post pasado, donde comenté como me aleje de la gente mierda, para siempre.
Hasta los 8 años viví en casa de una tía, que nos dejaba quedarnos en uno de los departamentos que tenía en el terreno.
Cuando al fin mi madre pudo hacerse de un préstamo "grande" fue que compró la casa, pero no en un lugar precisamente bonito; no en un lugar muy bueno donde un niño pueda pasar su infancia con relativa tranquilidad.
El terreno, junto con un mini pedaso de casa: lo más cercano que tenía a una barda, eran un par de piedras que separan el terreno del vecino, y por el otro lado, la banqueta que también delimitaba con piedras y un poco de pasto.
Así vivimos 1 año. Lo más espantoso del asunto, era levantarse en las madrugadas para "lavarse las manos" ya que, en la parte de atrás del terreno, se reunían un grupo de viejos(y no tan viejos), a tomar, drogarse y quién sabe cuanta cosa más. Cosas que podías ver por la ventana de la cocina(cosa que mi madre arregló, ya que hizo un poco más grande la casa y bardió la parte de adelante, para que así nadie pudiera pasar).
En fin, después de pasado 1 mes de haber llegado ahí, empecé a "juntarme" con toda la bola de maleantes que vivían en los alrededores, gracias a que uno de ellos me invitó a "echar la reta" en la calle que se ubica atrás de la casa, y que en esos entonces, también estaba la única tienda cerca, por lo tanto, a huevo tenía que pasar por ahí.
A pesar de que eran gente ratera, jodida y media culera, no se pasaban de mierda con los únicos 3 niños que rondábamos por ahí; pero eso cambió cuando cumplí los 12 años, y yo quería sentirme grande.
Por ellos, descubrí mi gusto por el alcohol, a distinguir maleantes y como llevarla en paz con esa clase de escoria. . . ah, y también a robar.
Cerca de la 1am, el descuidado dueño de la tiendita, dejaba inocentemente abierta la ventana por la cual despachaba, y para chingar, tenía el estante de cigarros y su cajita de morralla cerca de ahí. Era de todos los días robarle cajetillas de cigarros, dinero y lo que fuera que estuviera al alcance. Incluso, lo malditos hijos de puta, me llevaban a otras partes de la colonia(la colonia es enorme) o a otras colonias para robar.
Mi chamba consistía en agarrar las cosas más pequeñas, salir y "echarles aguas" por si venía alguna patrulla.
También nos dedicabamos a asaltar borrachos y grupos pequeños de gente: Cuando veíamos a alguien acercarse, un cuate apodado Pipe, me jalaba para seguir los pasos de las víctimas, cerca de una esquina(donde al voltear ya estaban otros cabrones listos), este we me empujaba para que "cayera" encima del futuro asaltado(s). Después de un disculpa, los demás cabrones salían por delante, un corría hacía atrás, donde Pipe(el más feo y curpulento de todos) ya estaba puestisimo, para que no tuvieran escapatoria.
Mi período de ladrón termino, cuando un chingo de patrullas llegaron a sercarnos en un taller donde nos reuníamos a tomar(ese fue el nuevo sitio designado, después de que mi madre pusiera las bardas). Yo me estaba cagando del susto, pero entre lo que los demás se agarraban a madrazos con la poli, Pipe(aparte de ser el más maldito y mamado, era junto a grillo, el que más me cuidaba) le grito a Grillo(we por el cual también tengo el nick): Llevate al torito, we. . . Llevate al torito, we!!!
Por la parte de atrás del terreno, estaba una barda no tan alta, el cual, este cabrón me cargo y me empujo para que la pudiera brincar, después, como arte de magia, este we la brincó. Corrimos por los techos, casi llegando a una casa abandonada, en la cual nos escondimos, empezamos a escuchar disparos: empecé a llorar y me quedé en shock, parado, helado. Este we me cargo hasta la casa esa, se puso encima de mi y me dijo: Aguanta we, aguanta, no hagas ruido, vamos a estar bien. Claro, mientras yo seguía llorando, pero este we me tapo la boca con una mano, mientras que con la otra me agarraba de la cabeza para tranquilizarme.
Los balazos duraron cuestión de 1o segundos, pero por el susto, estuvimos metidos en esa casa desolada por más de dos horas.
Después, me llevó a mi casa(a media cuadra, duh) y se largó el a quién sabe donde.
Al día siguiente, voy - todavía medio en shock -(pero no tanto como para no caminar) a la tienda, pero antes de llegar, en la mera esquina me encuentro con el Grillo, que estaba platicando con unos señores. . . Me iba a parar para hablarle y preguntar que pedo, pero con una mirada fría y con una seña que hizo con la mano, puesta abajo de la cintura, me dijo que me largara, sin preguntar.
Total, que me hice pendejo en la banqueta, enfrente de la tienda, mientras me comía mis sabritas y tomaba una manzanita. De repente, me chifla el grillo, voy, y para enterarme que le habían disparado al hermano del Pipe(que le decíamos Nachon, obviamente por su nombre, y porque estaba casi igual de bestia que su hermano) y Ricardo, que este último, por cierto, estaba muy grave, ya que había recibido 6 disparos. Y qué, a los únicos que pudieron agarrar fue a ellos, ya que los otros, al ir en las camionetas, se tiraron y empezaron a correr hasta perderse.
Cuando le pregunte sobre los señores, este me dijo: Son los papás de Ricardo, we. Están preguntando que fue lo que pasó, y quienes estábamos ahí.
Le pregunté si me había mencionado, con la voz media cortada, pues yo ya me iba a poner a chillar por el miedo(no se a que, pero tenía miedo). Esté we sonrió tantito y me dijo: Tranquilo verguita, a ti no te van a hacer nada, ni siquiera estabas ahí. Me agarró de la cabeza otra vez, agitó un poco mi pelo, volvió a sonreír y me dijo que se tenía que ir.
Después de 1 mes, las reuniones seguían como si nada: La reta en la calle(que en aquellos entonces, todavía no estaba pavimentada, de hecho, todo el lugar era tierra y pasto), el perdedor ponía la coca-cola que era previa a la peda, pera era hasta aquí donde Pipe o Grillo, decían que ya era muy noche y que mi madre me hablaba.
Desconozco si seguían robando, pero gracias a esos dos weyes, estuve, por al menos un tiempo, si hacer fechorías.
El resto, lo comenté en otro post pasado, donde comenté como me aleje de la gente mierda, para siempre.
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